El poder de los ficticios publicitarios
El impacto visual de los productos que vemos en escena tiene una relación directa con nuestras emociones y percepciones. Cuando algo es visualmente atractivo, nuestra mente tiende a asociarlo con calidad, valor y deseo. En el contexto de la publicidad o el diseño escénico, los colores, las formas y la disposición de los productos juegan un papel clave en cómo nos sentimos al respecto a través de los ficticios publicitarios. Por ejemplo, un objeto bien iluminado y en un color vibrante puede generar sensaciones de entusiasmo o confianza, mientras que una disposición ordenada y estética puede transmitir calma y seguridad. Esto se debe a cómo el cerebro procesa la información visual: las imágenes agradables activan áreas relacionadas con el placer y la recompensa. De este modo, el impacto visual no solo capta nuestra atención, sino que también influye en nuestras decisiones y emociones, haciendo que un producto no solo se vea bien, sino que también se sienta deseable.
Los ficticios publicitarios son aquellos elementos visuales utilizados en campañas publicitarias y en el teatro, juegan un papel fundamental en la forma en que interactuamos con los productos y servicios, tanto en el escenario como en la vida cotidiana.
La psicología detrás de «Comemos y compramos por los ojos»
La afirmación de que «comemos y compramos por los ojos» se puede desglosar en el concepto psicológico de la percepción visual. Nuestro cerebro procesa las imágenes antes de que pueda asimilar otro tipo de información, como los detalles del sabor o las características de un producto. Esto significa que lo que vemos primero influye profundamente en nuestra decisión de compra o consumo. La vista es uno de los sentidos más poderosos a la hora de atraer nuestra atención, y las marcas y creativos lo saben muy bien. El diseño de los anuncios publicitarios, los empaques y, en el caso del teatro, los elementos visuales de la escena, están cuidadosamente elaborados para impactar visualmente y generar una reacción emocional inmediata.
En publicidad, las imágenes no solo tienen la función de mostrar un producto, sino que también deben provocar un deseo. Este deseo no es solo racional (basado en las necesidades), sino también emocional. Las imágenes de productos perfectamente presentados, la comida perfectamente servida o la moda impecable se diseñan para activar en el consumidor el deseo de poseer o experimentar lo que ven, a veces sin que siquiera sea necesario entender las características del producto.
Representacions visuales altamente realistas
En el ámbito publicitario, los ficticios son representaciones visuales creadas artificialmente que buscan destacar las cualidades de un producto de una manera muy atractiva. Estos ficticios publicitarios se utilizan para idealizar un producto y transmitir una imagen de perfección que resulta irresistible para el espectador.
La comida y su representación en la publicidad: Uno de los ejemplos más claros de cómo compramos por los ojos está en la publicidad de alimentos. Las imágenes de hamburguesas, pizzas o pasteles en anuncios publicitarios no solo buscan mostrar el producto, sino seducir al espectador con una representación idealizada de lo que podrían saborear. Las hamburguesas que vemos en anuncios de cadenas de comida rápida rara vez se parecen a las que servimos en casa, pero están cuidadosamente preparadas y fotografiadas con iluminación perfecta para resaltar cada capa, cada ingrediente y cada textura. El pan, el queso derretido, los vegetales frescos: todo está dispuesto para crear una imagen apetitosa que despierta nuestros sentidos, incluso antes de que nos detengamos a considerar el sabor real de la comida.Este tipo de publicidad utiliza ficticios visuales de manera estratégica. Los ingredientes y el estilo de presentación no siempre son fieles a la realidad, sino que están diseñados para maximizar el atractivo visual. Técnicas como el uso de glicerina para simular la humedad en una pieza de pollo o el uso de cera para darle brillo a las frutas son algunos de los trucos empleados por los fotógrafos de alimentos para hacer que los productos se vean irresistibles.
La publicidad de ropa y accesorios también se apoya fuertemente en los ficticios publicitarios. Las imágenes que muestran modelos perfectamente maquillados, con ropa que fluye perfectamente sobre sus cuerpos, en lugares impresionantes o escenarios cuidadosamente diseñados, son el reflejo de una vida idealizada. La moda es una de las áreas donde los ficticios se crean de manera muy precisa para evocar aspiraciones, en lugar de simplemente mostrar los productos. El consumidor no solo está comprando una camisa o un par de zapatos; está comprando un estilo de vida, un ideal que se refleja a través de la imagen visual de la publicidad.Las marcas más prestigiosas, construyen campañas publicitarias que no solo resaltan la calidad del producto, sino que crean una atmósfera que transporta al espectador a un mundo de lujo y exclusividad. Los ficticios aquí no son solo los productos, sino también la vida que su adquisición promete.
El poder de los ficticios reside en su capacidad para atraer la vista del espectador y activar su deseo de poseer lo que se muestra. En el teatro, el atrezzo también tiene el poder de invocar emociones y dar profundidad a la narrativa, utilizando los mismos principios visuales que la publicidad: captar la atención y crear una conexión emocional profunda.